Curar la marihuana es un proceso importante después de la cosecha que ayuda a mejorar el sabor, aroma y potencia de los cogollos. El proceso de curado implica secar lentamente los cogollos para reducir la humedad y mejorar su calidad. Aquí te dejamos algunos pasos para curar la marihuana correctamente:
Corte y limpieza: Después de la cosecha, corte los cogollos de la planta y retire las hojas grandes. Inspeccione los cogollos para asegurarse de que no haya signos de moho, insectos u otras anomalías.
Secado: Cuélguelos boca abajo en un lugar fresco y seco con buena circulación de aire. Idealmente, la temperatura debería estar alrededor de 20-25°C y la humedad alrededor del 50%. El proceso de secado puede tomar de 5 a 10 días, dependiendo de las condiciones ambientales y la densidad de los cogollos.
Recorte: Después de secar los cogollos, retire cuidadosamente las hojas pequeñas y los tallos sobrantes con unas tijeras de podar. Esto mejorará la apariencia y la calidad del producto final.
Almacenamiento: Una vez que los cogollos estén limpios y recortados, colóquelos en frascos de vidrio herméticos. Guárdelos en un lugar fresco y oscuro, preferiblemente en un armario o bodega. Abra el frasco diariamente durante los primeros días para permitir que se escape la humedad adicional.
Curación: Durante las próximas 2 a 4 semanas, abra el frasco de vez en cuando para permitir que el aire fresco entre y salga. Esto ayuda a eliminar la humedad restante y permite que se desarrolle el sabor y el aroma. Después de este tiempo, los cogollos deberían estar listos para su consumo.
Es importante recordar que el proceso de curado puede afectar significativamente la calidad del producto final. Tomarse el tiempo para curar adecuadamente la marihuana puede mejorar el sabor, aroma y potencia de los cogollos, lo que proporciona una experiencia de consumo mucho más satisfactoria.
Atención! No vendemos genéticas originales, son las cruzas entre sí.
